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Mostrando las entradas de enero, 2011

Abrázame

Cuando me levanté, te encontré en la ventana. Semidesnuda, fría y absorta. Mirabas hacia la calle vacía con una expresión igual. Miré tu piel, como siempre lo hago cuando te da de lleno la luz de afuera, y pude ver el calor escapando de ella entre los poros. Me levanté, lo oíste pero no quisiste hacerme caso. Me acerqué a ti y te abracé con un cobertor, no volteaste. - Lia...  No quisiste responder. - Lia... Hace frío, te estás helando. - Sí... no... no tengo frío. Contestaste por inercia sin saber lo que decías. - Regresa a la cama, es muy temprano para estar despierta. - No tengo sueño. - Te vas a enfermar, ven, cuando menos tápate. - No tengo frío. Apoyaste el brazo sobre el cristal. Del otro lado empezaban a caer pequeñas gotas heladas que resbalaban formando figuras inciertas, como las que formabas tú en tu mente sin que yo pudiera verlas. Solté el cobertor y volví a la cama sin quererlo. Sabía que no podía hacer nada para convencerte. Me habías abandonado en tu mente, y yo no...

Identidad

¿Por qué camino por la calle y veo siempre las mismas caras? Las caras largas, fastidiadas, olvidadas. Hombres, mujeres y niños andan por mi ciudad con esa misma expresión de hastío incomprendido, ven los titulares de los periódicos, se quejan siempre de la misma cosa, temen a las mismas figuras de poder y no hacen nada, porque no saben hacerlo. Camino por la calle y veo las mismas caras porque ellas se rehusan a cambiar y dicen que es por el sistema. ¿Es cierto? ¿Es el sistema lo que está mal en este país de caras monótonas? Ciertamente es lo más fácil de creer, que toda la culpa es de unos cuantos que nos gobiernan y nos deciden. Se nos olvida que nos gobiernan porque quisimos ser gobernados, pero a ellos también se les olvida eso. Para mí, el problema de las caras vacías no es un problema de gobierno, ni de opresión, es un problema de identidad. El vacío en el rostro de los transeúntes viene siendo acarreado por siglos y siglos de historia, no es sólo un vacío de expresión, es un ...

I want...

I want to remember... In a distant past everything seem easy, simple, almost predictable. I knew I was in the right place, because everything looked so clean, so bright and happy, everything was all together in one piece. I had this feeling of being somehow complete... I want to forget... There was a time, not so distant as I recall, when all that fell apart. I broke into pieces, so tinny... I shatered on the flor everytime, I stumbled harder and harder and harder... I crashed and burned. I want to let go... Today all that seemed so far away, I couldn't see where it began, where it ended, wher it got destroyed. I don't want to see anymore, I leave my sorrow away, my madness... my memories, I leave it all to be gone with the moon.

Notas

"Mí misma: es la opción, házlo... síguelo, no te detengas, sabes que te lo debes." (18-01-11, 4:23 pm) "Querida Sara: tenía que irme, lo siento, pero prometo volver pronto. Quizá un día cuando haya menos nubes y podamos ver el atardecer cayendo sobre las montañas. Ah, ¡maldito trabajo!, no quiero irme por su culpa, pero tengo que hacerlo. Lo siento mucho, de verdad. Bueno, hablaremos pronto. Un beso. Pau." (sin día, sin hora, sin destinatario real) "Oye, wey, me quedé esperándote como dedo... háblame cuando llegues." (a mi conciencia, 15-01-11, 5:35 am) "He oído que la ausencia es una presencia disfrazada, ¿tú qué piensas? Espero que vuelvas pronto." (a la mujer con la que soñé y que no sé dónde se ha metido, hoy, 11:54 am)

No me tires a loca porque siento tu sarcasmo

Eran las doce de la noche, yo, sentada frente a mi computadora con las manos atadas al teclado por una fuerza magnética, calculaba mis palabras con suma precisión. Tenía que decirte exactamente lo que quería y lograr con ello el efecto que buscaba. Tenía que asegurarme de que al leerme pudieras ver en mis palabras exactamente lo que yo me había propuesto expresarte, aunque fueran eufemismos vanos. Empecé a escribir. Las palabras fluyeron como suelen hacerlo, sin reparos. Mi mente avanzaba veloz entre los recovecos de mis sentimientos ocultos. Ellos gritaban eufóricos arrebatándose la palabra los unos a los otros como si pudieran mis manos describirlos tan rápido como aparecían. Y así se me fueron las líneas, corriendo e hilvanándose con hilos de pedacitos de piel que se queda como huella de lo que una vez fue. Me detuve, releí. Mira, tengo que admitir que debí decirlo antes, debí hablar cuando tenía las palabras en la boca en vez de engullirlas y olvidarlas. Quizá ahora sea tarde, la...

Quisiera...

Quisiera decir que tenías razón, no es la corona de mis sueños la que me hace volar entre las olas, son las alas que me regalaste hace mucho tiempo ya. Ayer me miraste desde el otro lado del acantilado sin que yo supiera que estabas ahí, sentí tus ojos sobre mi espalda y quise encontrarlos pero ya te habías ido. Hoy intento perderme entre la bruma, a ver si llego tranquilamente hasta tus costas y podemos hablar de todo y nada como antes de irme. Me hacías falta cuando volvía de entre la maleza del bosque sueño, para guiarme de vuelta a casa sin perder un instante. Me hacía falta tu cuerpo, la suavedad de tu piel y el roce de tus labios. Quisiera que supieras que tenías razón después de todo, me he vuelto esclava de pensarte como si fuera la única imagen, la tuya, la que pudiera trasnochar en mis fantasías. No puedo decirlo, no es que no me atreva, es que aún no tengo la fotografía completa plantada entre la maleza. Créeme, quisiera decírtelo, gritarlo sin reparos y dejar ir cualquier ...

De catarsis y cataclismos

Como Morfeo ha decidido privarme de la tranquilidad de un sueño pacífico, he decido deshechar todo eso que me ha venido cazando por un rato ya y que por fin ha dado con mi paradero. Maldita fuera mi suerte que no me dejó correr tanto como yo quería hasta dejar muy muy atrás esas cosas que no me hacen falta en absoluto. No es que sea hoy el día específicamente necesario para hacer las paces con la sombra que me acecha, es que algún día tendría que haberlo hecho de todas formas, así que al mal paso, darle prisa. Lo que quiero decir es muy sencillo, nada de metáforas ni tropos, no me interesa esconderlo en eufemismos ni sarcasmos - y mira que eso es mucho decir -, tampoco quisiera quedarme con las palabras en la boca porque de nada sirve. Dicen que después de la tormenta viene la calma y yo digo: antes de la catarsis, el cataclismo. Pero ese ya fue, hace mucho, pareciera años atrás... Aún recuerdo cuando Carla me pidió que la matara, dijo que debía hacerlo por amor y de una forma rápida...

La muerte de K

Hay algo que necesito entender: ¿qué pasó? Por más que miro hacia atrás y busco una explicación tras otra, todo parece tan absurdo que no consigo dar paz a mi mente. Te he buscado como loco, por debajo de las piedras y entre las letras de las miles de cartas que he escrito para ti en mi cabeza. He intentado llamarte por las madrugadas frente a las olas del mar y no he conseguido respuesta. No lo sé, dónde te perdí, por qué no apareces... Mis pensamientos inconclusos navegan entre los recuerdos de una persona que parece desvanecerse cada vez más frente al espejo. Ayer no tenías frente, hoy ya no te veo los ojos, mañana quién sabe. Cuando desaparezca tu cuello empezaré a pensar que no hay remedio. ¿Sufriré? ¿Sabré que te has ido por completo cuando lo hagas? Vaya cosa curiosa. El hombre azul ponía en carpetas separadas las cartas escritas a diferentes amigos, organizaba con perfección su vida plasmada en memorias aparentemente inconexas, la ponía en los cajones de su escritorio y se pre...

Soñando

Como siempre, tuve un sueño. Y me lo quedé callada. Porque no quiero que se sepa lo que piensa mi subconsciente cuando estoy contigo. Ah, se me olvidó decirte que estabas en él. Yo sólo cerré los ojos y obedecí tranquila las órdenes de Morfeo, lo demás vino solito y se quedó... se quedó... se quedó hasta el amanecer cuando tuve que abrir los ojos y quitarme el velo de imágenes que se detuvieron entre mis párpados y mis pupilas. Ahora estoy aquí diciéndote, sin decirte, que te soñé y ocultando entre las líneas lo que realmente pasó por mi cabeza. ¿Recuerdas aquellas historias que te conté hace algún tiempo? ¿Aquellas que no eran ni tuyas ni mías? Bueno... así he soñado y me he quedado con el sentimiento guardado en la piel, en los labios y en el rostro. Ya he dicho más de lo que debía, ahora callo y hago de cuenta que te he contado mi sueño, o que lo has vivido conmigo y las palabras estuvieron demás.

Comienzos

Los cambios de año suelen ponerlo a uno a pensar en lo que se quedó atrás... hoy, me niego a hacerlo, hay partes del pasado que no quiero llevar conmigo como lastres al futuro, recuerdos que prefiero dejar olvidados y situaciones que no deseo cargar sobre mi conciencia. Hoy el futuro que pinta de otro color es lo que me interesa. ¡Al diablo con lo que se fue! Que vengan los años, que vengan los nuevos comienzos...