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Yinx

Quiero decirle la verdad. Mirarla a los ojos y sacar lo que he pensado durante todo este tiempo. Quiero hacerlo realmente pero no sé cómo vaya a reaccionar. Qué tal si me sale con alguna de sus frases prehechas: lo sabía, debiste decírmelo antes, porqué no me habías dicho; o con alguno de sus sarcasmos habituales. Qué tal si sólo se enoja conmigo y me pide que me vaya con una mueca de desdén... Creo que mejor no le digo nada. Ya para qué.
Oí sus pasos penetrando a la habitación. El cerrojo de la puerta sonó con un click desesperado. Ella vino y se hundió en las almohadas abrazando a una. Yo la miré, caminé alrededor de la cama esperando una señal. La escuché sollozar y mi corazón se hizo pequeño.


- Ay, Yinx, ¿qué hice?

Abracé su cuerpo peludo y lloré mientras él ronroneaba a mi lado. Es el único que me escucha sin decirme nada, sin reproches.

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