Lo he estado pensando, le doy vueltas y vueltas en la cabeza como si fuera carrusel sin sentido. Es hora de empezar a escribir tu historia, no la del mundo, no la de los otros, no la de los ojos de verdad que pueblan el universo... la tuya. Empezando por aquí.
Te estás volviendo recurrente, cada vez que cierro los ojos veo los tuyos en vez de los míos. El bosque detrás de tus pupilas se hace real y yo me interno en tu búsqueda. Haz hablado conmigo de mil cosas que conoces y todas ellas han sido reales al despertar. Me pregunto si estarás ahí cuando me hagas falta... me has dicho que sí. Te he soñado como nunca, una vez tras otra en instantes inconexos que se vuelven obsesivos cuando abro los ojos y entiendo que no fueron en verdad. ¿Lo fueron? Ayer me dijiste que volverías, lo hiciste con tus labios contra mi oreja, mi subconsciente te creyó. Hoy desperté con el pecho vacío, como si algo me hubiese robado el aliento mientras dormía, recordé que estuviste en mis sueños... Todo lo que queda son preguntas con respuestas perdidas en el tiempo. Lo sé, está cerca...
Adelante pues!
ResponderBorrarPero recuerda, escribir sobre la vida de uno, a veces no es sencillo. El fantasma de la incomprensión y el descrédito planea sobre los creadores de autobiografías.
Un saludo.
No es autobiografía ;) pero tienes razón, por eso esperé hasta ahora para empezar a escribir...
ResponderBorrar(Gracias por los comentarios, vuelve pronto)