Ayer, por un momento, por un vago instante de tormenta, sentí que te me ibas... creo que era mi culpa... Tal vez un egoísmo insatisfecho fue la causa, quizá sólo un ánimo letárgico que nació con las olas saladas que golpearon mi rostro. Creí que te perdía... me sentí morir.
¿No ves tú que eres la única vida plena que tengo? ¿No ves que contigo mi vacío inútil encuentra entretenimiento? ¡Mírame ahora! El mar que derraman mis ojos pesa en las piernas, se me doblan, he caído. Estoy convencida de que mis palabras hacen mella, hacen llaga, te atormentan... es suicidio.
Las palabras se me han doblado entre sollosos y creo que he perdido la cordura, me duele el mundo sobre la espalda, me duelen tus ojos lluviosos y tus cabellos de noche a los que se les están cayendo estrellas. Ya no llores. No me cubras con oleadas de reproches líquidos, no me ahogues en el sísmico lamento de tu llanto. Ya no llores. ¿No ves que me matas? ¿No ves que ya no soporto?
Anda, déjame absorberte en besos y caricias, olvida las palabras hirientes, recuerda sólo los "te amo" que ahora rondan en aire como pájaros aúreos, ven a mis brazos y súmete en los latidos con tu nombre que emanan de mi pecho... Ven... Acércate a mí... Vuelve a ser una parte vital de mi masa inerte... Házme tuya otra vez. Te amo.
¿No ves tú que eres la única vida plena que tengo? ¿No ves que contigo mi vacío inútil encuentra entretenimiento? ¡Mírame ahora! El mar que derraman mis ojos pesa en las piernas, se me doblan, he caído. Estoy convencida de que mis palabras hacen mella, hacen llaga, te atormentan... es suicidio.
Las palabras se me han doblado entre sollosos y creo que he perdido la cordura, me duele el mundo sobre la espalda, me duelen tus ojos lluviosos y tus cabellos de noche a los que se les están cayendo estrellas. Ya no llores. No me cubras con oleadas de reproches líquidos, no me ahogues en el sísmico lamento de tu llanto. Ya no llores. ¿No ves que me matas? ¿No ves que ya no soporto?
Anda, déjame absorberte en besos y caricias, olvida las palabras hirientes, recuerda sólo los "te amo" que ahora rondan en aire como pájaros aúreos, ven a mis brazos y súmete en los latidos con tu nombre que emanan de mi pecho... Ven... Acércate a mí... Vuelve a ser una parte vital de mi masa inerte... Házme tuya otra vez. Te amo.
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