Por Joan Hallbrok
Traducido por Paw LaKe
Todos conocemos a Tom A Toe, el fenómeno mundial que debutó como tenor en la Casa de la Ópera de Sidney; y al famoso luchador T-jock-T que peleó contra Hulk Hogan en Las Vegas el verano pasado. Las frutas se están volviendo famosas, y nosotros no sabemos qué hacer al respecto. Hace unos años oímos por primera vez las noticias sobre una pera fugitiva en la Ciudad de México. El mundo estaba pasmado, los científicos no sabían qué decir o qué pensar. Hay tantas cosas que no entendemos, el mundo está cambiando y las respuestas parecen estar cada vez más lejos que antes.
Ciencia aparte, las frutas se están animando, los tiempos en los que podías simplemente comprar una naranja y comértela se han terminado. Ahora tienes que preguntarte si la naranja te va a gritar, golpearte en la cara o solo saltar de tus manos y correr.
Esta historia comenzó en Amsterdam. Un grupo de aguacates disidentes tomaron como rehén a un mesero para que los liberara de la bodega de su restorán. Laurens Klard, de 23 años, nos contó la historia de cómo abrió una caja de aguacates y fue aterrorizado por ellos:
"Me gritaban cosas en español, me golpeaban, me jalaban las orejas y el pelo... eran tantos que no podía contra ellos, estaba indefenso". Laurens, tembloroso, toma un sorbo de su té y permanece en silencio. El pobre chico aún se ve aterrorizado. Laurens explica que los aguacates lo dejaron libre después de tres días, "un día solo se fueron, no sé cómo ni a dónde, me desperté y ya no estaban". Le pregunté qué había pasado en esos tres días, él tomó un sorbo más de su té y se negó a contestar.
Cuando dejé a Laurens, empecé a preguntarme sobre las nuevas habilidades de los aguacates, cómo las obtuvieron y cuáles son, ¿incluyen conciencia, emociones, pensamiento racional, inteligencia? Para esto, hablé con la Dra. Ana Luisa Farías del Instituto de Biología e Investigación Genética de la Universidad Autónoma Nacional de México (UNAM). La Dra. Farias ha estudiado los diferentes factores que quizá contribuyeron a la mutación de diferentes frutas.
"Nuestro primer sujeto de estudio fue T-jock-T. Empezamos por poner a prueba su fuerza con distintos tests, probamos sus habilidades y descubrimos que no solamente es sorprendentemente fuerte para su tamaño, también es ultra resistente al daño físico, no se magulla con facilidad y se regenera, ambas características atípicas para un tejocote.
No sabíamos realmente cómo probar sus habilidades mentales, si las tenía. Pero observando grabaciones de sus peleas, pudimos ver que era capaz de adaptar sus movimientos a los de su oponente, aunque no estábamos seguros de si él estaba de hecho aprendiendo y razonando o si sólo reaccionaba instintivamente. Hasta la fecha, no hemos podido responder a esa cuestión, tenemos muchas hipótesis pero aún estamos lejos de las respuestas".
La Dra. Farias comenta que también han estudiado el ambiente, las características físicas y químicas del ambiente, del suelo, de los árboles y del clima en donde nació y creció T-jock-T. " Fue dificilísimo conseguir estos datos ya que T-jock-T es una fruta muy pequeña y los tejocotes son cultivados en muy grandes cantidades, tuvimos que estudiar cientos de árboles para averiguar de cuál de ellos salió".
Le pregunté sobre la pera fugitiva y respondió que esa fruta no ha sido encontrada. "Huyó entre la ciudad más poblada del mundo, es casi imposible encontrarla, pero lo seguiremos intentando".
Entonces le mostré la página de Jackass Avocado Army. "Jamás había visto esto", me dice asombrada mientras toma la tablet y navega por el sitio web. Unos minutos después, me regresa la tablet y busca en su escritorio unas hojas de papel. "Verónica Salas", me dice con las hojas en la mano, "es una de mis alumnas más brillantes y está escribiendo su tesis doctoral sobre el JAA. Ella contactó a César Awak Ate y está convenciéndolo de venir a que le hagamos algunas pruebas. Hasta ahora, ha logrado identificar el campo de cultivo de donde provienen la mayoría de los aguacates miembros del JAA, está en proceso de hacer experimentos en él para identificar algunos factores que hayan ayudado a las mutaciones". Me entrega las hojas de papel con los avances de la investigación y los datos de contacto de Verónica.
Me encontré con Verónica en Morelia, nos vimos en un pequeño café del centro y esperamos la llegada del dueño del campo del que provienen los JAA.
"La tierra es muy normal, en su mayoría, tiene las características normales de los aguacatales del área, pero hay algunos datos que llaman la atención. Parece ser que el suelo ha estado cambiando sus propiedades químicas para introducir algunos componentes que no son normales en el área, por ejemplo...", Verónica enlista una serie de compuestos químicos que no entiendo y procede a explicar su significado, "la composición del suelo es primordial para el desarrollo de los árboles, el acrimonium óxidoacloritarilante influencia la altura y la cantidad de fruta de cada árbol; mientras que el acólitum de sodio influencia el sabor."
Don Mauro Gómez, ejidatario y campesino, dueño del aguacatal en cuestión, interrumpe nuestra conversación. Se sienta con nosotras y nos platica su experiencia.
"No hemos cambiado nada, desde nuestros abuelos y los abuelos de nuestros abuelos, lo hacemos igual, esos árboles son muy viejos, más viejos que yo", dice Don Mauro, "así cosechamos la tierra... bueno, ahora usamos unos productos que se nos hace más fácil, pero no cambia en nada, los aguacates siguen saliendo grandotes, bonitos y sabrosos. Y hasta donde yo sé, no agarran a golpes a la gente".
Don Mauro tiene razón. Verónica rastreó otros cargamentos de aguacate de su tierra y no encontró ninguna otra mutación. "No estamos seguros de cómo proceder, hemos estudiado todas las características, las variables posibles para desarrollar estas mutaciones y no hemos encontrado ningún dato duro irrefutable. Lo que necesitamos hacer para entender es examinar a los sujetos directamente, pero no podemos. Hablando éticamente, estamos en terreno no explorado, ya que desconocemos mucho de la psicología -si la podemos llamar así- de las frutas mutadas, no sabemos que tan conscientes o racionales son, si experimentan sentimientos... Realmente, no sabemos a ciencia cierta con qué estamos tratando", dice Verónica.
Dejé Michoacán son esas mismas preguntas y me dirigí a mi siguiente destino, una reunión con Cesar Awak Ate. Para esto, debí viajar a Holanda a un campo cerca de Rotterdam, al norte del país. Una pequeña barda de madera rodea un área de casi medio kilómetro cuadrado, pequeñas chozas de madera mal construidas se esparcen desordenadamente por todo el lugar. Al fondo de lo que parece ser la calle principal hay una especie de estadio, es redondo, alto y sin techo, como especie de Coliseo. Dos pares de aguacates uniformados me saludan a la entrada. Un par de ellos son un aguacate con ojos sobre uno con piernas, el otro par son un aguacate con boca sobre otro con piernas; todos ellos tienen pequeñas lanzas atadas a sus cuerpos. El bocón me explica que ellos serán mis guías a la reunión con su líder lejos del complejo, en el único lugar donde los humanos están permitidos.
Me llevan hacia un toldo bajito en el que apenas quepo y me hacen entrar. Al interior hay una alfombra y un cojín. Espero sentada por unos minutos hasta que César llega en un carro romano guiado por un aguacate con ojos y jalado por diferentes bayas con piernas. Los aguacates se quedan, los custodios y el guía del carro, pero las bayas son despedidas en cuanto César se coloca frente a mí.
"Los aguacates son lo mejor, somos los más chidos", empieza César sin siquiera saludarme, "nos venden en todo el mundo, somos fuertes, nutritivos y deliciosos, somos las mejores frutas. ¿O no?" Espera a que yo responda que sí y continúa, "la primera vez que hablé estaba solo, me acuerdo que estábamos todos en la caja, moviéndonos, me sentía atrapado, todos nos sentíamos atrapados. Empecé a hablar y muchos se movieron, sabía que me habían oído. Algunos otros también hablaron. Cuando nos detuvimos, nos callamos para que los humanos no nos oyeran. Descargaron las cajas, lo sabíamos. Y nos dejaron ahí, solos. Hicimos un plan para ser libres. ¡Queríamos ser libres! Queremos gobernarnos solos, a otras frutas también, que los humanos ¡no chinguen y nos dejen en paz! Ve y cuenta nuestra historia, dile al mundo lo que queremos, ¡libertad a las frutas!" César grita y las demás frutas, fuera de la tienda le responden con el mismo lema.
Mientras él toma aire aprovecho para preguntar por su historia personal. Él evade mi pregunta y sigue hablando de la supremacía de los aguacates. La entrevista termina en media hora, César de pronto dice estar cansado y es llevado de vuelta en su carreta jalada por bayas. Los dos guardias aguacates me llevan de regreso a la entrada y al mundo de afuera.
Sacar conclusiones en este punto parece apresurado. La falta de información sobre el fenómeno de las frutas mutadas me hace pensar que aún tenemos un largo camino que recorrer para entender este nuevo mundo. Y cuando digo 'nuevo mundo', lo digo en serio. Este fenómeno parece necesitar de nuevas reglas de conducta, quizá hasta de nuevas leyes, tanto para los humanos como para las frutas.
César Awak Ate me deja con la impresión de que una Revolución Fruta se avecina. Aún no puedo decir cómo, pero puedo ver que el JAA se está preparando para algo grande. Sin embargo, los supremacistas deben ser cuidadosos con sus metas, pues están reclutando a todo tipo de frutas y deben ser capaces de armar una gran organización si quieren formular un cambio.
Me queda claro que debemos seguir los estudios de gente como Verónica Salas y la Dra. Farías, pues investigadores como ellas pueden darnos una idea más clara del fenómeno, y de las conclusiones derivadas de él.
Traducido por Paw LaKe
Todos conocemos a Tom A Toe, el fenómeno mundial que debutó como tenor en la Casa de la Ópera de Sidney; y al famoso luchador T-jock-T que peleó contra Hulk Hogan en Las Vegas el verano pasado. Las frutas se están volviendo famosas, y nosotros no sabemos qué hacer al respecto. Hace unos años oímos por primera vez las noticias sobre una pera fugitiva en la Ciudad de México. El mundo estaba pasmado, los científicos no sabían qué decir o qué pensar. Hay tantas cosas que no entendemos, el mundo está cambiando y las respuestas parecen estar cada vez más lejos que antes.
Ciencia aparte, las frutas se están animando, los tiempos en los que podías simplemente comprar una naranja y comértela se han terminado. Ahora tienes que preguntarte si la naranja te va a gritar, golpearte en la cara o solo saltar de tus manos y correr.
Esta historia comenzó en Amsterdam. Un grupo de aguacates disidentes tomaron como rehén a un mesero para que los liberara de la bodega de su restorán. Laurens Klard, de 23 años, nos contó la historia de cómo abrió una caja de aguacates y fue aterrorizado por ellos:
"Me gritaban cosas en español, me golpeaban, me jalaban las orejas y el pelo... eran tantos que no podía contra ellos, estaba indefenso". Laurens, tembloroso, toma un sorbo de su té y permanece en silencio. El pobre chico aún se ve aterrorizado. Laurens explica que los aguacates lo dejaron libre después de tres días, "un día solo se fueron, no sé cómo ni a dónde, me desperté y ya no estaban". Le pregunté qué había pasado en esos tres días, él tomó un sorbo más de su té y se negó a contestar.
Cuando dejé a Laurens, empecé a preguntarme sobre las nuevas habilidades de los aguacates, cómo las obtuvieron y cuáles son, ¿incluyen conciencia, emociones, pensamiento racional, inteligencia? Para esto, hablé con la Dra. Ana Luisa Farías del Instituto de Biología e Investigación Genética de la Universidad Autónoma Nacional de México (UNAM). La Dra. Farias ha estudiado los diferentes factores que quizá contribuyeron a la mutación de diferentes frutas.
"Nuestro primer sujeto de estudio fue T-jock-T. Empezamos por poner a prueba su fuerza con distintos tests, probamos sus habilidades y descubrimos que no solamente es sorprendentemente fuerte para su tamaño, también es ultra resistente al daño físico, no se magulla con facilidad y se regenera, ambas características atípicas para un tejocote.
No sabíamos realmente cómo probar sus habilidades mentales, si las tenía. Pero observando grabaciones de sus peleas, pudimos ver que era capaz de adaptar sus movimientos a los de su oponente, aunque no estábamos seguros de si él estaba de hecho aprendiendo y razonando o si sólo reaccionaba instintivamente. Hasta la fecha, no hemos podido responder a esa cuestión, tenemos muchas hipótesis pero aún estamos lejos de las respuestas".
La Dra. Farias comenta que también han estudiado el ambiente, las características físicas y químicas del ambiente, del suelo, de los árboles y del clima en donde nació y creció T-jock-T. " Fue dificilísimo conseguir estos datos ya que T-jock-T es una fruta muy pequeña y los tejocotes son cultivados en muy grandes cantidades, tuvimos que estudiar cientos de árboles para averiguar de cuál de ellos salió".
Le pregunté sobre la pera fugitiva y respondió que esa fruta no ha sido encontrada. "Huyó entre la ciudad más poblada del mundo, es casi imposible encontrarla, pero lo seguiremos intentando".
Entonces le mostré la página de Jackass Avocado Army. "Jamás había visto esto", me dice asombrada mientras toma la tablet y navega por el sitio web. Unos minutos después, me regresa la tablet y busca en su escritorio unas hojas de papel. "Verónica Salas", me dice con las hojas en la mano, "es una de mis alumnas más brillantes y está escribiendo su tesis doctoral sobre el JAA. Ella contactó a César Awak Ate y está convenciéndolo de venir a que le hagamos algunas pruebas. Hasta ahora, ha logrado identificar el campo de cultivo de donde provienen la mayoría de los aguacates miembros del JAA, está en proceso de hacer experimentos en él para identificar algunos factores que hayan ayudado a las mutaciones". Me entrega las hojas de papel con los avances de la investigación y los datos de contacto de Verónica.
Me encontré con Verónica en Morelia, nos vimos en un pequeño café del centro y esperamos la llegada del dueño del campo del que provienen los JAA.
"La tierra es muy normal, en su mayoría, tiene las características normales de los aguacatales del área, pero hay algunos datos que llaman la atención. Parece ser que el suelo ha estado cambiando sus propiedades químicas para introducir algunos componentes que no son normales en el área, por ejemplo...", Verónica enlista una serie de compuestos químicos que no entiendo y procede a explicar su significado, "la composición del suelo es primordial para el desarrollo de los árboles, el acrimonium óxidoacloritarilante influencia la altura y la cantidad de fruta de cada árbol; mientras que el acólitum de sodio influencia el sabor."
Don Mauro Gómez, ejidatario y campesino, dueño del aguacatal en cuestión, interrumpe nuestra conversación. Se sienta con nosotras y nos platica su experiencia.
"No hemos cambiado nada, desde nuestros abuelos y los abuelos de nuestros abuelos, lo hacemos igual, esos árboles son muy viejos, más viejos que yo", dice Don Mauro, "así cosechamos la tierra... bueno, ahora usamos unos productos que se nos hace más fácil, pero no cambia en nada, los aguacates siguen saliendo grandotes, bonitos y sabrosos. Y hasta donde yo sé, no agarran a golpes a la gente".
Don Mauro tiene razón. Verónica rastreó otros cargamentos de aguacate de su tierra y no encontró ninguna otra mutación. "No estamos seguros de cómo proceder, hemos estudiado todas las características, las variables posibles para desarrollar estas mutaciones y no hemos encontrado ningún dato duro irrefutable. Lo que necesitamos hacer para entender es examinar a los sujetos directamente, pero no podemos. Hablando éticamente, estamos en terreno no explorado, ya que desconocemos mucho de la psicología -si la podemos llamar así- de las frutas mutadas, no sabemos que tan conscientes o racionales son, si experimentan sentimientos... Realmente, no sabemos a ciencia cierta con qué estamos tratando", dice Verónica.
Dejé Michoacán son esas mismas preguntas y me dirigí a mi siguiente destino, una reunión con Cesar Awak Ate. Para esto, debí viajar a Holanda a un campo cerca de Rotterdam, al norte del país. Una pequeña barda de madera rodea un área de casi medio kilómetro cuadrado, pequeñas chozas de madera mal construidas se esparcen desordenadamente por todo el lugar. Al fondo de lo que parece ser la calle principal hay una especie de estadio, es redondo, alto y sin techo, como especie de Coliseo. Dos pares de aguacates uniformados me saludan a la entrada. Un par de ellos son un aguacate con ojos sobre uno con piernas, el otro par son un aguacate con boca sobre otro con piernas; todos ellos tienen pequeñas lanzas atadas a sus cuerpos. El bocón me explica que ellos serán mis guías a la reunión con su líder lejos del complejo, en el único lugar donde los humanos están permitidos.
Me llevan hacia un toldo bajito en el que apenas quepo y me hacen entrar. Al interior hay una alfombra y un cojín. Espero sentada por unos minutos hasta que César llega en un carro romano guiado por un aguacate con ojos y jalado por diferentes bayas con piernas. Los aguacates se quedan, los custodios y el guía del carro, pero las bayas son despedidas en cuanto César se coloca frente a mí.
"Los aguacates son lo mejor, somos los más chidos", empieza César sin siquiera saludarme, "nos venden en todo el mundo, somos fuertes, nutritivos y deliciosos, somos las mejores frutas. ¿O no?" Espera a que yo responda que sí y continúa, "la primera vez que hablé estaba solo, me acuerdo que estábamos todos en la caja, moviéndonos, me sentía atrapado, todos nos sentíamos atrapados. Empecé a hablar y muchos se movieron, sabía que me habían oído. Algunos otros también hablaron. Cuando nos detuvimos, nos callamos para que los humanos no nos oyeran. Descargaron las cajas, lo sabíamos. Y nos dejaron ahí, solos. Hicimos un plan para ser libres. ¡Queríamos ser libres! Queremos gobernarnos solos, a otras frutas también, que los humanos ¡no chinguen y nos dejen en paz! Ve y cuenta nuestra historia, dile al mundo lo que queremos, ¡libertad a las frutas!" César grita y las demás frutas, fuera de la tienda le responden con el mismo lema.
Mientras él toma aire aprovecho para preguntar por su historia personal. Él evade mi pregunta y sigue hablando de la supremacía de los aguacates. La entrevista termina en media hora, César de pronto dice estar cansado y es llevado de vuelta en su carreta jalada por bayas. Los dos guardias aguacates me llevan de regreso a la entrada y al mundo de afuera.
Sacar conclusiones en este punto parece apresurado. La falta de información sobre el fenómeno de las frutas mutadas me hace pensar que aún tenemos un largo camino que recorrer para entender este nuevo mundo. Y cuando digo 'nuevo mundo', lo digo en serio. Este fenómeno parece necesitar de nuevas reglas de conducta, quizá hasta de nuevas leyes, tanto para los humanos como para las frutas.
César Awak Ate me deja con la impresión de que una Revolución Fruta se avecina. Aún no puedo decir cómo, pero puedo ver que el JAA se está preparando para algo grande. Sin embargo, los supremacistas deben ser cuidadosos con sus metas, pues están reclutando a todo tipo de frutas y deben ser capaces de armar una gran organización si quieren formular un cambio.
Me queda claro que debemos seguir los estudios de gente como Verónica Salas y la Dra. Farías, pues investigadores como ellas pueden darnos una idea más clara del fenómeno, y de las conclusiones derivadas de él.
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