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Mostrando las entradas de marzo, 2009

Rompecabezas (3)

He estado navegando en tus líneas, recuerdo tus ojos vistos en el espejo detrás de los míos y miro en retrospectiva. ¿Quién sos? Decírlo de pronto suena difícil, ¿cierto? La reconstrucción penosa de un ser que anduvo por estas tierras se ha vuelto rápida y fácil, con tu mirada sobre mis movimientos con tus palabras de nuevo en mis oídos. Has vuelto de pronto como un fantasma de aquellas épocas en que éramos muchos, hablábamos todo y el secreto necesario se develaba con sólo un asomo a nuestras púpilas. ¿Recuerdas? ¿Quién sos? Sos una parte del todo que crea la nada dentro de mí. Sos aquello en lo que pienso cuando no pienso nada, el personaje tácito que mueve mi historia. Binevenida seas, sombra de lo antes fui, bienvenida de nuevo, da gusto saber que has dejado de ser ceniza y has vuelto sobre mis pasos para seguirme de cerca. Sos ella, sos yo... sos una parte de mí que se me olvida de pronto y regresa a mi memoria de corto plazo cuando el ratón de la biblioteca de mi vida se pierde e...

Epistolario (adc)

Querida Sara: Las semanas se convierten, sin querer queriendo, en meses, se me pierden las manecillas del reloj y los cuadros del calendario en tus pupilas, he olvidado por completo hace cuánto me perdí yo en tu abrazo... supongo que ya no importa. Hoy voltée la cabeza a la derecha y encontré la libreta sobre mi cómoda esperando a ser tocada de nuevo y aquí estoy, escribiendo otra de esas cartas que aún no sé si leerás. Hoy no estás, somos sólo yo y la libreta en un cuarto solitario, en una cama fría; hoy tomaste un descanso de nuestra vida, jeje, debes estar con tus hermanas hablando de las inmortalidad del cangrejo o de algo más terrenal, no lo sé. Yo hablo contigo en mi monólogo escrito. Ayer me hacías más falta que de costumbre, estaba frente a mi computadora intentando sacar ese ensayo que tengo semanas escribiendo de mi cabeza, purgando mis ideas en palabras que no tenían sentido alguno. Sentí que necesitaba hablar contigo para ponerle orden a mis pensamientos, marqué a tu celul...

Ioanna

La última vez que te ví estabas debajo de ese árbol a la orilla del mundo, mirabas al mar con la mano recargada en su tronco y tus cabellos volando con el viento salado. No dijiste palabra. - ¿Qué harás ahora? ¿A dónde irás?... Io... Al menos mírame... No pudiste verme a los ojos, no supe qué querías decirme, qué querías hacer después de todo esto... estabas sola, lo entendí de pronto entre el silencio y sentí que te había abandonado en aquél lugar lejano de tu mente. Acariciabas al árbol, parecía que sólo él comprendía las palbras sin decir que le expresabas con la mano. - No sé qué haré yo, supongo que permaneceré aquí, donde puedes encontrarme... ¿Io? ¿No vas a decir nada? Tu silencio se llenaba de sal con el transcurso de los minutos, mi soliloquio no interrumpía tus pensamientos ni el movimiento de tus ojos entre las olas. Te despegaste del árbol, caminaste un poco y te sentaste sobre la hierba en el borde del acantilado, aún no emitías sonido. Columpiabas tus pies como niña, sonr...

Escapismo

Se detuvo. Estaba frente a un espectacular, alguna isla paradisíaca anunciada como el escape vacacional del nuevo siglo, los autos pasaban a sus espaldas sin ser notados por sus ojos puestos en el mar lejano. La mochila colgada de sus hombros iba llena de libros y libretas de dibujo, peces, dragones acuáticos, sirenas, barcos, piratas, pulpos gigantes poblaban las páginas. Sus ojos se posaron en una pequeña mancha al fondo de la fotografía, intentaba identificar su forma alargada. Los minutos pasaban, no se movía, distante en esa isla solitaria estaba mezclándose con la imagen. La sombra de agua empezó a colarse por los poros de la lona en que estaba impresa, el mar en calma visual comenzó a moverse en su vaivén regular. Los autos dejaron de escucharse, sus oídos se abotargaron de pronto con el rumor de las olas. ¡La realidad chocó con la isla! Las ideas de un sueño posible colapsaron en su cabeza mientras sus pupilas crecían... El agua desbordó del anuncio. Miró a su alrededor, el agu...

Máscaras

Uno tras otro, personajes de una trama interminable se pasean por las calles repletas de ruido y luz. Cada uno en su papel adoptado años atrás, cuando vieron por vez primera las luces de la entramada obra del destino. Yo interpreto mi parte dentro de su juego de máscaras, soy una, soy otra, soy la que quiero o la que esperan, juego estratégicamente, pienso, calculo y escribo mi guión. A veces improviso. El escenario es siempre el mismo, una ciudad llena de autos, de bullicio, de gente, un pueblo escondido entre las montañas o al pie del mar, un lugar común... el escenario de lo cotidiano. Hoy decido ser un bufón y camino entre burlas sarcásticas, canto para los reyes, bailo para mis monarcas por unas monedas. Ayer fui una guerrera, mañana seré la apasionada amante de otra máscara que vendrá. Abro mi armario, detrás del vestuario escondo mis máscaras, saco cada una dependiendo del día, del sol, la luna, el aire y lo que me mueva por dentro. Soy yo, soy ella, soy todas y una a la vez, po...

Phoenix

Voices, sweet deep voices... Lights in the dark Forgotten words faces, eyes, feelings Forgotten worlds Fire's gone... Whater has come wash everything away! Rebuild... Reborn... reborn...

El mar de los recuerdos

De cuando en cuando sirve de mucho adentrarse en el pasado de uno... Ayer lo hice, me atreví a abrir el puerto de mis ideas y volver al pasado. Me encontré navegando entre palabras antíguas, barbarismos propios, irrealidades olvidadas en la biblioteca de mi memoria. Me di cuenta de lo inútil que resulta sentir lo ya sentido y revivir lo ya vivido. Me dediqué a leer y transcribir a mi yo pasado. He aquí unas de esas cosas que encontré: I'm so fucking tired of them, They all hear, but they never listen They want to be listened too but they never pay atention to you you might learn from them, but a hard time you will get... Don't ask, there's no need Don't argue, you won't get anywhere Shut your mouth and you may come inside but if you have an opinion you might want to keep it for yourself before enter Nothing to say? Be welcome!, get comfortable, come on in Alegría En un mundo corrupto y oscuro, en cuyas fauces criaturas caminan asustadas de sí mismas, alguien busca r...

La hoja

Muy dentro de mis cuentos está esa hoja única de un árbol de ideas que se ha secado con la llegada del otoño, renacido a la par de la primavera y crecido sin remedio en el verano de tus ojos. Querida Sara: Me has recordado quién soy, había dejado mi rostro olvidado en el arena de un mar sin fondo que me consumía lentamente, viajé prendida de una tabla flotante hasta encontrarme contigo sentada a en la playa con un libro abierto entre las manos. Te miré fijo, respondiste con tus ojos de café. Me recordaste a la yo desnuda que había dejado olvidada en una libreta de bosquejos, me obsequiaste la pluma para escribirme de nuevo y me dejaste una hoja de aquél árbol de historias que dejé perdido en el bosque. Gracias... te debo el recuerdo de lo que soy y la esperanza de no volverme a olvidar. Te intercambio mis alas por tus hojas, vuela entre mis mundos y déjame escribir en tus páginas lo que me provocas. He aquí la hoja única que quedó de aquél viejo árbol, ahora renacido. Lía

Sorry

I'm sorry I couldn't keep up I got lost in the silence I forgot how to follow You left me Behind a sea of wondering into the sand of lust I got lost I'm sorry... darling, I'm so sorry You went away runing I remained I reamain... I'm still here, my love If you ever seek for me If you ever need me If you ever...

Io

Standing at the edge, as usual Her shade upon the sea Her hair playing in the wind She looks upon the world and wonders She is a figure of the past A heroe that has fallen forgotten... forgiven... lost into the pages of an uwrotten book Ioanna...

Querida Sara:

EL tiempo me transcurre frente a los ojos mientras las hojas de los árboles navegan por el viento, las veo tocas el suelo y romperse bajo los pies de aquellos transeúntes infantiles que juegan con sus crujidos. Estoy en el parque, ya te habrás dado cuenta, en la misma banca de siempre. El sol apenas ha tocado lo más alto del cielo, hace un calor endemoniado y quisiera que estuvieramos de nuevo como aquél día en la playa, tumbadas sobre la arena, con una cerveza fría en la mano. Tu piel tostada me recuerda aún a esas tardes de lancha en las que buceámos al pie del acantalido. Sara... tengo tu nombre entre los labios queriendo tenerte frente a mis ojos, deseando hablarte en señas que sólo tú comprendas. Otra vez te escribo una carta que no sé si leerás en algún momento, si sabrás que la escribí para ti. Algún día tendrás entre tus manos mi libro de bosquejos y podrás por ti misma reconstruir nuestra historia desde tu fragmento favorito. Una a una voy llenando las páginas de nuestro relat...

Querida Sara:

No sé cuándo leerás esta carta, escribo desde la ventana del cuarto, con la libreta de pasta dura que forraste para mí hace unas semanas como apoyo. Acabas de irte, saliste como bólido porque la clase de Jiménez está por comenzar y me dejaste sola bajo las sábanas. Espero que todo vaya bien... No sé para qué te estaba escribiendo, por un instante pensé en salir corriendo tras de ti y decirte cuánto te amo antes que pudieras cruzar la puerta. Te fuiste... Estoy sentada en el suelo, sé que no te gusta pero así escribo mejor, con una taza de café junto a mí. Yinx está acostado sobre la cama. Dios... son tantas las cosas que se me ocurren pensando en ti que no puedo ponerles orden, las tengo revueltas detrás de los ojos, muero por verte y que las mires por mis pupilas. Quiero entenderlas, quiero escribirlas, quiero decírtelas todas pero no puedo, pretender resumir tanto en tan poco es inútil. Quizá algún día termine de escribirte... Lia

Día de lluvia

Tiéndete en el pasto a sentir las horas pasar sobre tu cuerpo, acuéstate en el jardín con tu libro en manos y espera a que regrese, no tardo, ya vuelvo... Minutos y horas se convierten en rayos de sol que te tocan de diferentes formas, en distintos ángulos con intensidades diversas. Lees y lees, y lees, no tienes un libro entre manos sino su libreta de bosquejos, sabes que te deja revisarlos cuando se va, que tienes total libertad de leer esas páginas sin que se enoje, sabes que sus manos escriben de ti y que ella sólo tiene tu imagen en los ojos cuando esboza cada palabra. Pasas las páginas y das con un fragmento que, sin duda, es todo tuyo. Alejandra Sus ojos te miraron sin darse cuenta al otro lado de un cuarto oscuro, un rayo de luz cruzó las sombras y se posó en su rostro para que lo vieras a detalle, la luz se fue y tus manos se quedaron en sus cabellos repasando sus rizos lentamente. Sólo el brillo de sus ojos te entretuvo por un instante, sentiste sus palmas en tu espalda apris...