
Nunca dije que fuera sencillo pero quisiste hacerlo, ahora me culpas de que hayas fallado y te equivocas... Esta vez no voy a ayudarte, ayúdate tú mismo. Y me miró con las pupilas enfuercidas desde el otro lado del espejo, como queriendo rompres la barrera de mundos para lanzarse con sus manos vacías a mi cuello. No pude, el cristal entre sus ojos y los míos me detuvo, pero hice algo peor: irrumpí en sus sueños y aniquilé al inconsciente que no lo dejaba actuar. Ahora somos uno sólo, sin barreras, y hacemos lo que nos da la gana. ¡Carajo!, qué bonito se siente ser libre.
Pintura: "Fenómeno" de Remedios Varo
Comentarios
Publicar un comentario