- Sí, te veo... - Carla abría los ojos con expresión cansada y hablaba con voz baja. Lía se sobresaltó al oírla.
- ¿Me ves?
- Sí, mensa, te veo...
- Jeje... ya estás despierta... - Lía sonrió. - ¿Cómo te sientes?
- Me duele todo... ¿qué pasó?
- ¿Qué te pasó?
- Sí, eso...
- Te atropelló un autobús, creo que ibas demasiado metida en tu mentesita atolondrada.
- Iba escuchando... ¿y mi Ipod?
- No tengo idea... qué importa, estás sana y salva, en lo que cabe. Y ya te despertaste... es que te dieron calmantes como para dormir a un elefante. Oye, voy a hablarle a Andy, se acaba de ir.
- Ok.
Carla se quedó sola en el cuarto de hospital intentando recordar el momento del accidente, sabía que había estado frente al mar oyendo música a todo volumen, que se había levantado en algún momento para volver a casa y... sí, ese era el instante donde todo se ponía oscuro y sólo se sentía un montón de dolor. No supo cómo llegó al hospital, ni cuándo. Una enfermera entró al cuarto a revisarla, le dijo que sus hermanas habían salido pero volverían pronto, le hizo preguntas de rutina y salió. Carla miró otra vez a su alrededor, no quería seguir pensando, agarró el control de la tv y la prendió.
Comentarios
Publicar un comentario