
Los días grises de mayo se hacen agua. Las mañanas crecen con el sol, las tardes mueren con la lluvia desgastando el tiempo. Se mueven las horas entre las hojas de los árboles. Yo observo por la ventana el paso de las nubes. ¿Dónde estás?
La luna se asoma al cielo tímida de las luces de los edificios, me mira, la miro y entablamos una conversación de miradas que sólo nosotras entendemos. Ella dice que te busca, que hablará contigo mientras sueñas y dará mi mensaje entre líneas. Yo me quedo espectante.
Algún día la luna te dirá entre sueños que yo espero en la ventana a que ella regrese con tu respuesta. Cerraré los ojos y estarás ahí.
La luna se asoma al cielo tímida de las luces de los edificios, me mira, la miro y entablamos una conversación de miradas que sólo nosotras entendemos. Ella dice que te busca, que hablará contigo mientras sueñas y dará mi mensaje entre líneas. Yo me quedo espectante.
Algún día la luna te dirá entre sueños que yo espero en la ventana a que ella regrese con tu respuesta. Cerraré los ojos y estarás ahí.
Los días grises de mayo dejarán de importarme, las mañanas soleadas se escurrirán en las tardes y las noches llegarán con su luna amiga que nos sirve de mensajera.
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