Dafne habló desde abajo, como si la litera no presentara barreras para hablar francamente con su consciencia acostada arriba. Ella la escuchaba. Apaciblemente, sumida en pensamientos existencialistas, Dafne delimitaba frases con una coherencia digna de envidiarse, hablaba segura de sí, de sus palabras, de aquello que la traía dando vueltas en su habitación soltando a su conciencia un parloteo ensordecedor del que no esperaba respuesta. Un discurso retórico, para no decir monólogo directo, soltaba pregunta con respuesta siempre al mismo tiempo y conociendo causa y consecuencia tanto como la semántica correcta para enunciarlas. Era una mezcla mítica de erróneos pasados y supuestos futuros que cañian en la monotonía de un remolino dudoso. Dafne respiraba a ratos, entonces detenía su voz y sólo mascaba aire en el esófago, se dejaba de dilusidaciones con o sin sentido y sólo respiraba. En ese momento su consciencia tranquila replicaba su argumento con palabras filosas, cortantes de la duda retórica. Dafne recapacitaba mirando la luz que venía de la ventana, quizá Consciencia tuviera razón.
Extrañando 1 She says she's got what I need, the right amount of it all. I say I've got no room for her, she should now be gone. We wonder if it'll ever be, whatever it is we're both looking for. I know, it'll be, it'll apart that's all. 2 En la tarde, con la luz del sol cayendo sobre los lomos de los volúmenes más antiguos, ella recordaba la vez que hablaron bajo el árbol del fin del mundo. Siglos después, te sigue extrañando. 3 Hoy tengo cierta zozobra en la cabeza y la lluvia ha hecho un charco en mi mente. Se me enmoheció la memoria. 4 Quiso decir que no tenía tiempo, dar la media vuelta y marcharse. Sus ojos se lo impidieron como siempre. Extraños Por semanas he cazado a este ser extraño. Me ha eludido entre las aguas los árboles. Le he encontrado agazapado entre la hierba. Me miró a los ojos con rudeza y dijo: ¡despierta! Ahora sé que tendré que volver a buscarlo.
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