Ir al contenido principal

Muhir et moi

Te recuerdo ahora. Viniste en un sueño y te paraste junto a mí en el mar del tiempo perdido. Hablaste con tu voz profunda enarbolando sentencias que no me atreví a refutar. Estás aquí, me dijiste, no te has ido aún, ¿qué vas a hacer? No contesté. El silencio será tu respuesta, aseguraste un poco molesto, prepárate, algo viene y vas a ser parte de ello quieras o no. Mantuve los ojos en el horizonte arenoso con la misma expresión angustiosa con la que te había visto las últimas veces. No quisiste decir más, no en voz alta al menos. Nos quedamos parados en silencio observando cómo las olas se alebrestaban en la lejanía y la arena volaba furiosa entre nosotros.
Levantaste la mirada al cielo grisáceo y volviste a posar tus ojos sobre mí con la calma de antaño. Perdóname, dijiste, estoy siendo demasiado duro contigo, entiendo que no quieras volver a hacerlo pero para eso estamos aquí y lo sabes, si no nos hemos ido aún es para completar la tarea que nosotros mismos nos impusimos, ¿lo recuerdas?, fue nuestra decisión desde un principio y es hora de llevarla a cabo. Suspiré. Te miré y te sonreí. Sigo sin estar de acuerdo, te dije, pero lo haré.
Dí la media vuelta y volví al desierto de arenas revoltosas que antecede al mar del tiempo perdido. Olvidé tu silueta detrás de las nubes terrosas pero tu voz aún resuena en mi cabeza. Lo haré, me repetí  a mí misma antes de volver.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

A Gala

Te estás volviendo recurrente, cada vez que cierro los ojos veo los tuyos en vez de los míos. El bosque detrás de tus pupilas se hace real y yo me interno en tu búsqueda. Haz hablado conmigo de mil cosas que conoces y todas ellas han sido reales al despertar. Me pregunto si estarás ahí cuando me hagas falta... me has dicho que sí. Te he soñado como nunca, una vez tras otra en instantes inconexos que se vuelven obsesivos cuando abro los ojos y entiendo que no fueron en verdad. ¿Lo fueron? Ayer me dijiste que volverías, lo hiciste con tus labios contra mi oreja, mi subconsciente te creyó. Hoy desperté con el pecho vacío, como si algo me hubiese robado el aliento mientras dormía, recordé que estuviste en mis sueños... Todo lo que queda son preguntas con respuestas perdidas en el tiempo. Lo sé, está cerca...

The head of the war

Rampage, fury, a day goes nearby me and I feel nothing, sweet heat of rage running towards the brain inside the head of the war... does it hurt? Is it burning? Is it me or the clouds of greish green are rising above? The sound of steps into the fog, into the sea, between the sand, the sound a deep breath willing to lose a life in order to win a mile, the sound of a thousand thunders going through the sky, falling in the rupture of men shreding eachother apart. This is hell... the deepest bottom of an ocean of missunderstanding. Is the will of the brain bigger than the life of so many others? Is it bigger than all of us? How do you messure the size of you among us? Red and purple days, red and purple nights, red and purple thoughts, this little puppets follow the colors of a fabric that has lost it's meaning... they follow no reason, just a brain with an unclear purpouse and a greed bigger than all of us.

La muerte de K

Hay algo que necesito entender: ¿qué pasó? Por más que miro hacia atrás y busco una explicación tras otra, todo parece tan absurdo que no consigo dar paz a mi mente. Te he buscado como loco, por debajo de las piedras y entre las letras de las miles de cartas que he escrito para ti en mi cabeza. He intentado llamarte por las madrugadas frente a las olas del mar y no he conseguido respuesta. No lo sé, dónde te perdí, por qué no apareces... Mis pensamientos inconclusos navegan entre los recuerdos de una persona que parece desvanecerse cada vez más frente al espejo. Ayer no tenías frente, hoy ya no te veo los ojos, mañana quién sabe. Cuando desaparezca tu cuello empezaré a pensar que no hay remedio. ¿Sufriré? ¿Sabré que te has ido por completo cuando lo hagas? Vaya cosa curiosa. El hombre azul ponía en carpetas separadas las cartas escritas a diferentes amigos, organizaba con perfección su vida plasmada en memorias aparentemente inconexas, la ponía en los cajones de su escritorio y se pre...