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Mostrando las entradas de 2014

Stars

So there she was again at the tree looking upon the ocean, wondering. Gala found her pondering a future that was already gone. Gala came close and took her hand. "I knew you'll find me", she said. Gala smiled as she approached to her embrace, for a moment the world got lost and they felt nothing else but their own embrace and the eternal light of the stars. Gala looked at the sea as Io grabbed her to kiss her. All past, all future, all tribulations got lost in her lips and the light of the stars. It became a love letter written in the sky...

Muhir et moi

Te recuerdo ahora. Viniste en un sueño y te paraste junto a mí en el mar del tiempo perdido. Hablaste con tu voz profunda enarbolando sentencias que no me atreví a refutar. Estás aquí, me dijiste, no te has ido aún, ¿qué vas a hacer? No contesté. El silencio será tu respuesta, aseguraste un poco molesto, prepárate, algo viene y vas a ser parte de ello quieras o no. Mantuve los ojos en el horizonte arenoso con la misma expresión angustiosa con la que te había visto las últimas veces. No quisiste decir más, no en voz alta al menos. Nos quedamos parados en silencio observando cómo las olas se alebrestaban en la lejanía y la arena volaba furiosa entre nosotros. Levantaste la mirada al cielo grisáceo y volviste a posar tus ojos sobre mí con la calma de antaño. Perdóname, dijiste, estoy siendo demasiado duro contigo, entiendo que no quieras volver a hacerlo pero para eso estamos aquí y lo sabes, si no nos hemos ido aún es para completar la tarea que nosotros mismos nos impusimos, ¿lo recu...

La primera noche después...

Hacía un tiempo que no pensaba en Revolución, en Fernanda, en Sandoval, en ella... La mente de La Voz había dejado al pasado en el lugar remoto en que la memoria pierde todas las cosas, pero esa noche era imperativo traer a colación sus recuerdos. Se sentó frente a su gran escritorio de madera fina con una libreta frente a él, nunca le había gustado escribir sus discursos directo en la computadora, y tomó la pluma fuente que el Secretario de Relaciones Exteriores de Francia le acababa de regalar. Empezó a esbozar unas líneas extrañas en la parte superior de la página mientras pensaba en ellos de nuevo. ¡Héroes!, dijo en voz alta, héroes, repitió sonriente. La limusina se detuvo frente a las puertas del Hotel Halia. Los veinte pisos de cristal deslumbraron los ojos de Fernanda cuando el chofer abrió su puerta. Los medios de comunicación esperaban en el lobby. Al bajar, Fernanda miró a Revolución aún sentada dentro del auto, "están aquí", le dijo y suspiró. Revolución se c...