Es necesario saber qué tan lejos llega uno, digo, siempre nos dicen que hay que mirar dentro de nosotros mismos pero... qué tan profundos somos y, a todo esto, cómo carajo se mide nuestra profundidad, ¿o es que más bien nos compete un volumen, un área, una forma geométrica específica con cierta manera de medirse? Sí, claro, yo soy tan alta como un cuerpo humano, tan ancha como unas caderas femeninas, tan profunda como un intestino grueso y un conteo normal de neuronas eléctricamente bien conectadas (espero). Así mido yo, cómo la ven...
Te estás volviendo recurrente, cada vez que cierro los ojos veo los tuyos en vez de los míos. El bosque detrás de tus pupilas se hace real y yo me interno en tu búsqueda. Haz hablado conmigo de mil cosas que conoces y todas ellas han sido reales al despertar. Me pregunto si estarás ahí cuando me hagas falta... me has dicho que sí. Te he soñado como nunca, una vez tras otra en instantes inconexos que se vuelven obsesivos cuando abro los ojos y entiendo que no fueron en verdad. ¿Lo fueron? Ayer me dijiste que volverías, lo hiciste con tus labios contra mi oreja, mi subconsciente te creyó. Hoy desperté con el pecho vacío, como si algo me hubiese robado el aliento mientras dormía, recordé que estuviste en mis sueños... Todo lo que queda son preguntas con respuestas perdidas en el tiempo. Lo sé, está cerca...
Comentarios
Publicar un comentario