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Mostrando las entradas de junio, 2011

Escenario

Siento la garganta adolorida, atiborrada de alguna especie de nudos consecuentes que se mueven hacia arriba y hacia abajo sin ton ni son. Me siento fatal. Desde que las luces se apagaron anoche en el teatro y todo quedó vacío, yo siento los nervios crispados y unas ganas incontenibles de llorar. Me he mantenido al margen del drama, como siempre, mero espectador. Ni a tramoyista llego, imposible. Ella lo miró con desdén y él volteó el rostro a la nada como no queriendo saber de qué se trataba. Ella salió del escenario sin decir una palabra y él se quedó llorando con el rostro enrojecido de furia. Ella volvió. Él le dijo que se fuera, que no volviera más. Ella quiso replicar. Él la miró con dureza. Callaron. Empezaron a bailar una especie de tango embravecido de miradas y palabras cortantes. Se laceraron las pieles a golpes verbales. Se acercaron a milímetros. Se alejaron kilómetros en sólo dos sonidos. Ella respiró muy hondo, sus ojos se helaron y su expresión se puso rígida. Él la vio ...

El sillón

Una tarde noche, cerca de que la luna se asomara entre las nubes, una niña y una prima nadaban en una alberca fortuita.  Una borbolla de burbujas apareció de pronto en una esquina haciendo blop blop blop. Una sombra amorfa se podía ver debajo de las burbujas. Del agua, de entre el blop blop blop, salió una esquinita mullidita de tela verde estampada. Apenas y se veía entre el alboroto. ¡Era un sillón! Pequeño y acolchonado que apareció al otro lado de la alberca. Despacito, se acercó a la niña y la invitó a sentarse sobre él. Le dijo que él flotaba muy tranquilo y que ella podía ir en él a lo hondo. Pero ella lo miró con extrañeza y le dijo: - tú no eres un sillón, los sillones no nadan. - ¡Ah!, pero yo soy un sillón especial que nada en las albercas. - Pero los sillones no hablan… - respondió ella. - Es que yo soy un sillón mágico que habla y nada en las albercas. - Pero los sillones no hablan porque no tienen cara… - Claro, y en la cara tiene uno la boca con la que habla, ella...