Recuerdo aquel día. Estaba sentada en el parque con un mundo alterno entre las palmas y la cabeza indesiza entre sambullirse en él o no... Pasaste frente a mí, la verdad es que no lo supe hasta que me lo dijiste semanas después, nunca te ví... Miraba atónita los recobecos del planeta colorido que se extendía entre mis dedos, quería explorarlo de cabo a rabo sin sentirme atada al mundo que ahora habito. Las aves trinaban, el aire mecía muy despacio las copas de los árboles, algunos niños jugaban mientras sus padres los observaban platicando entre sí, había gente trotando y caminando, pasaban otros en bicicleta. Yo sostenía ese mundo inocuo, casi falaz. Yo quería huir... Dejé de pronto que las olas de letras me llevaran entre su espuma y me sumergí lentamente entre las llanuras del mundo desconocido...
Conversaciones en el vacío de muchas voces.