Creo que hoy el sol salió por las montañas, yo estaba a la orilla del océano cuando lo sentí en mi espalda, la brisa soplaba mis ideas con las nubes y llenaba de sal mi piel, pero yo viajaba en otro mundo, uno mucho más oscuro... Ayer vino a verme, vino a despedirse. Yo ya sabía que debía irse en algún momento, pero no esperaba que fuera tan pronto, tan desprevenida me tomó que ni las lágrimas le pude mostrar, sólo extendí mis brazos a su cuerpo y lo estreché los más fuerte que pude. Creo que de pronto me quedé sin aire, debe haber sido cuando le vi escaparse por la puerta y llevarse las promesas sobre la espalda, entonces me parece que desvanecí y no supe de la realidad hasta ahora que el sol quema mi piel y la brisa arruya mi llanto. Quizá mañana no recuerde el presente, pero me sentiré mejor sabiendo que ya se fue, que no dejará detrás todas las cosas que hicimos o pudimos hacer, que habrá borrado mi imagen de su mente y que seremos un sueño perdido en el otoño. Hoy desapareceré de ...
Conversaciones en el vacío de muchas voces.